Durangoko Azoka no presenta un único cartel este año, “los presenta todos”. El diseño surgió de un número “60” dibujado a mano; pero era algo más que un número, formaba un recorrido, un movimiento, que representa tanto el camino recorrido como el que queda por recorrer”. Partiendo de esa base, cada cartel representa un modo de vivir la cultura: “Están formados por colores vivos, disciplinas diversas y formas irregulares, que reflejan la energía libre y el ambiente festivo de la Azoka”. Y es que Durangoko Azoka no es simplemente una “feria”. Es un festival de la cultura vasca. Un lugar en el que se celebra el euskara, se moldea y se comparte. “Como la propia lengua, Durangoko Azoka también está en constante movimiento. Cambia y adopta nuevas formas. Por eso celebramos su infinidad: carteles infinitos para una cultura que se reinventa constantemente”.